Esta lujosa finca, construida en estilo mallorquín, se alza sobre una colina en Porreres y ofrece unas vistas panorámicas impresionantes de toda la isla. Edificada en 2013 con gran atención al detalle y materiales de alta calidad, combina el confort moderno con elementos tradicionales como vigas de madera y piedra natural, transmitiendo una elegancia atemporal y un encanto mediterráneo.