Descripción del inmueble:
Disponible a partir de junio de 2026
Esta encantadora finca se encuentra en el idílico pueblo de montaña Galilea, en pleno corazón de la Sierra de Tramuntana. La ubicación ofrece absoluta tranquilidad y un entorno natural único, mientras que Palma se encuentra a unos 30 minutos y Santa Ponsa a unos 20 minutos. En los alrededores, pueblos como Puigpunyent y Es Capdellà ofrecen excelentes restaurantes.
La finca, originalmente construida en 1750, ha sido completamente reformada y combina el encanto tradicional con el confort moderno. La casa se distribuye en dos plantas y puede utilizarse como una única residencia o como dos unidades independientes. Dispone de cinco dormitorios, cinco baños, dos amplios salones —cada uno con chimenea— y dos cocinas completamente equipadas.
Entre los elementos más destacados se encuentran la piscina infinity de agua salada y climatizada con vistas al mar hasta Santa Ponsa, así como la sauna con vistas panorámicas al paisaje. El amplio terreno ofrece un huerto, olivos y una zona de barbacoa con horno de leña para pizzas.
La propiedad cuenta además con calefacción por suelo radiante, aire acondicionado, sistema solar, cargador para coche eléctrico y un gran aparcamiento cubierto para varios vehículos. El Internet de fibra óptica está disponible.
Condiciones de alquiler de temporada
La propiedad está disponible tanto en verano como en invierno.
El precio mensual oscila entre 8.000 € y 15.000 €, según la temporada y la duración de la estancia.
Incluido en el precio:
– Internet de fibra óptica
– Mantenimiento de piscina y jardín
Costes adicionales:
– Agua
– Electricidad
Esta finca excepcional es la residencia ideal para estancias largas o temporadas, ofreciendo el máximo confort, tranquilidad y estilo de vida mediterráneo rodeado de naturaleza.
Lugar & alrededores:
Galilea es un pequeño pueblo con unos 300 habitantes a los pies del Puig de Galatzó y forma parte del municipio de Puigpunyent. Las casas se configuran principalmente entorno a la iglesia. Muchos residentes extranjeros han elegido a Galilea como segunda residencia por su tranquilidad y el aire fresco de la montaña.